En 2025 y anticipando 2026, el panorama tecnológico se mueve entre escasez, subidas de precio y avances que podrían reconfigurar el hardware, el software y la ciencia de materiales. Cinco historias recientes nos ayudan a entender hacia dónde podría ir la industria en los próximos meses.

El primer hilo es la memoria RAM. Un rumor señalaba que ASUS podría entrar en el mercado de DRAM en 2026 para hacer frente a la crisis de memoria. Aunque ese rumor ganó tracción, la compañía fue categórica al aclarar, a través del medio estatal CNA, que no tiene planes de fabricar memorias ni invertir en fábricas de obleas. Este episodio ilustra la tensión del mercado: la escasez de DRAM ha llevado a Dell y Lenovo a recortar especificaciones en laptops y móviles, mientras grandes fabricantes priorizan memorias para IA, dejando menos capacidad para DRAM convencional. Además, la mira está puesta en que la memoria es ya un recurso estratégico y sus precios podrían seguir subiendo. En el marco de la escasez, firmas como Samsung, SK Hynix y Micron se enfocan en memorias de alto rendimiento para IA, dejando menos capacidad para DRAM, y Crucial se retiró del mercado. Todo ello refleja un mercado tenso y complejo, con irregularidades de suministro que alimentan especulación y presión de precios.

La segunda historia mira al bolsillo de los consumidores y de las empresas: una subida de precios de tarjetas gráficas en 2026. Aunque 2025 trajo bajadas de precio, lo visto es que las GPUs podrían encarecerse de nuevo. El trasfondo es la memoria: acuerdos de suministro que antes tenían precios fijos hasta 2025 han dejado de fijar precios a partir de 2026, y eso podría empujar al alza el costo de las GPUs. Ya a finales de 2025 algunas marcas empezaron a subir precios en modelos personalizados; se espera que AMD inicie el repunte en enero de 2026 y NVIDIA le siga en febrero. Intel no destaca en cuota relevante para el consumidor medio, pero el panorama apunta a una inflación de precios que afectará a nuevos equipos y actualizaciones, especialmente para equipos de alto rendimiento impulsados por IA y cargas de trabajo intensivas en memoria.

En el terreno de la ciencia, la exploración de la materia sigue sorprendiendo. Investigadores observaron por primera vez una fase hexática en un cristal bidimensional de yoduro de plata encapsulado entre capas de grafeno. Este material mostró una etapa intermedia entre sólido y líquido, que aparece entre 1125 y 1145 grados Celsius; al superar 1150 grados, el cristal se transforma en un líquido bidimensional. Lo notable es que la transición no encaja de forma simple con los modelos clásicos; la fase hexática se identificó gracias a un sistema de inteligencia artificial que rastreó cada átomo y analizó el orden translacional y orientacional. Este hallazgo demuestra que la fase hexática puede existir en cristales covalentes reales y abre puertas para aplicaciones en tecnologías 2D y para entender mejor la física de estados de la materia en capas ultrafinas.

La tercera historia trae una visión audaz de energía para IA: Aalo Atomics avanza en la construcción de microrreactores nucleares modularizados, con el proyecto Aalo-X. Esta empresa de Austin ha iniciado la construcción de un reactor experimental y ha enviado los primeros módulos de prueba hacia el Laboratorio Nacional de Idaho para completar fases previas a su pilotaje, con la meta de tenerlo listo en 2026. El concepto es el de una energía traiga tu propia energía para centros de datos: cada módulo, llamado Pod, generará 50 MW y podrá situarse junto a las infraestructuras de IA sin depender de redes eléctricas extensas, gracias a su refrigeración por aire. La iniciativa se apoya en una red de 127 proveedores en 35 estados, alianzas con Microsoft y NVIDIA para un denominado superoperador digital que maneje permisos y supervisión de forma automatizada, y acuerdos con Baker Hughes, Siemens y Urenco para suministrar turbinas, generadores y uranio enriquecido. Si todo sale como se plantea, este enfoque modular podría acelerar la adopción de energía nuclear para centros de datos y marcar una nueva era en la forma de alimentar la IA a escala industrial.

Por último, desde el mundo del software y el desarrollo, el Linuxverso nos entrega novedades con sabor a futuro. En la Semana 52 de 2025, destacan tres distribuciones: Synex 13 Server, EasyOS 7.1 y Qubes OS 4.3.0. Synex, basado en Debian, ofrece una experiencia minimalista con varias opciones de escritorio y una edición SERVER pensada para empresas. EasyOS es una distro ligera y experimental, heredera de Puppy Linux, orientada a ser rápida y adaptable. Qubes OS, centrada en seguridad, aprovecha Xen para aislar distintos dominos y garantizar entornos más aislados. En conjunto, estas novedades muestran un ecosistema Linux activo y diverso, con opciones para empresas que buscan seguridad y rendimiento, así como para usuarios que requieren sistemas ligeros y abiertos a experimentación.

En conjunto, estas historias revelan un ecosistema tech que se adapta a condiciones cambiantes: la economía de la memoria, la dinámica de precio de GPUs, avances en ciencia de materiales, energía modular para IA y un software libre que continúa innovando. El 2026 podría verse como un año de consolidación de estrategias diversas para alimentar, de forma más eficiente y segura, la próxima era de la inteligencia artificial y la computación avanzada.

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