En 2025, cinco historias tecnológicas ilustran una misma tendencia: la inteligencia artificial y la automatización dejaron de ser conceptos teóricos para convertirse en herramientas que ya impactan la gestión de empresas, la creatividad diaria y las visiones de futuro económico.

Por un lado, una pieza sobre ERP para pymes y autónomos destaca que, en la era digital, las soluciones de planificación de recursos empresariales se están posicionando como columnas vertebrales para operar de forma eficiente, al tiempo que las herramientas digitales transforman el proceso creativo y la forma de trabajar en distintos sectores.

En el ámbito de la creatividad y el diseño, Google Fotos está consolidando su presencia en Android al incorporar una función que ya era popular en iOS: la capacidad de extraer el sujeto de una foto para convertirlo en un sticker o para reutilizarlo en otras apps. La función, que se espera esté disponible para todos los móviles Android en breve, simplifica la creación de contenidos y la interacción entre usuarios, consolidando la idea de que las herramientas modernas deben integrarse de forma natural en la vida cotidiana.

En el terreno de la generación y edición de imágenes, Nano Banana Pro, la nueva IA de Google basada en Gemini 3 Pro, promete resultados de “calidad de estudio” y la capacidad de producir infografías y diseños complejos de forma más accesible. Disponible para probar de forma gratuita (con límites) desde la app Gemini o desde el asistente de escritorio, esta herramienta apunta a convertirse en una aliada para profesionales y creativos que buscan pasar de conceptos a materiales visuales de alto impacto sin depender de procesos externos.

En conversaciones sobre el futuro económico, Elon Musk ha señalado que un salto tecnológico en IA y robótica podría ser la salida para enfrentar un desafío de deuda y productividad a nivel nacional. Sus ejemplos de Tesla y SpaceX ilustran cómo la automatización puede aumentar la eficiencia y reducir costos, y su argumento subraya que las políticas tradicionales no siempre alcanzan a resolver estos retos cuando la velocidad de la innovación supera a las reformas.

Más allá de la economía, Musk también ha llevado la conversación un paso más allá al sugerir que la IA podría cambiar la relación entre trabajo y dinero, abriendo la posibilidad de un mundo en el que trabajar sea opcional. Estas ideas, por provocativas que parezcan, encajan en un debate mayor sobre qué papel jugarán la productividad impulsada por IA, la distribución de ingresos y la regulación en una era en la que la tecnología redefine las reglas del juego.

En conjunto, estas historias muestran una realidad compartida: la tecnología ya no es un lujo para grandes empresas, sino una fuerza que redefine procesos, creatividad y economía. La clave para las organizaciones y profesionales está en adoptar herramientas que simplifiquen la operativa, potenciar la creatividad con recursos de alto nivel y estudiar cuidadosamente el marco económico y ético que acompaña a una automatización cada vez más integrada en la vida diaria.

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