En un mundo que parece moverse a la velocidad de la innovación, cinco historias recientes nos recuerdan que la tecnología es una mezcla de memoria, gente y datos.

Un hallazgo en la Universidad de Utah podría cambiar la historia de la informática. En una cinta de 9 pistas, etiquetada "UNIX Original from Bell Labs V4 (See manual for format)", podría estar la única copia completa conocida de UNIX V4, la versión de 1973 que llevó el lenguaje C a la base de sistemas como BSD, System V, Solaris, y, de forma indirecta, macOS y Linux. El proyecto de rescate recae en el Computer History Museum y en un equipo que combinará tecnología analógica y digital para reconstruir el código fuente desde señales magnéticas. Este hallazgo nos recuerda cómo una pieza del pasado puede iluminar el origen de las plataformas modernas.

Por otro lado, el presente laboral en tecnología muestra desafíos: un informe de Challenger, Gray & Christmas señala que el sector tecnológico fue el que más despidos acumuló en octubre en Estados Unidos, con más de 33 mil personas sin trabajo. Un dato que subraya la inestabilidad del mercado y la importancia de la adaptación y la resiliencia en una industria en constante cambio.

En el plano creativo, incluso figuras de alto perfil miran el tema con cautela. Rosalía, en su promoción del álbum Lux, enfatizó que este trabajo fue muy humano y negó la presencia de IA en el disco, incluso cuando probó que una IA podía escribir un verso; el resultado le pareció insuficiente. La voz de la artista pone en evidencia una visión humana de la creatividad, al menos por ahora, y un recordatorio de que la IA todavía no reemplaza el toque humano.

La tecnología tampoco es ajena a nuestra vida diaria: Google anunció una función de recomendaciones personalizadas basadas en tus compras y pases, como tarjetas de embarque o fidelidad. Será opcional y gestionable desde la configuración de la cuenta, con controles de privacidad para decidir qué datos se usan y cuándo. Esta apuesta busca ofrecer sugerencias más útiles y contextuales sin sacrificar la libertad del usuario, subrayando una tendencia hacia una IA que coopera con nosotros, no que nos controle.

Y sobre el rumbo de la IA como negocio, un artículo de Forbes plantea la pregunta: ¿burbuja o revolución? Analiza la valoración financiera de la IA, recordándonos que detrás de las expectativas hay una conversación crítica sobre el valor real y el riesgo.

En conjunto, estas historias muestran que la tecnología avanza a golpe de descubrimientos históricos, cambios en el empleo, debates sobre creatividad y una relación más humana con los datos. Es un paisaje diverso, donde la curiosidad técnica convive con la responsabilidad y con la necesidad de entender el impacto humano.

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